Tócame, tócame mucho… por qué recibir un masaje es tan beneficioso
Basta con levantar la vista del móvil para echar una ojeada alrededor nuestra, sobre todo en las grandes ciudades, para darse cuenta que a pesar (¿o por?) tanta intercomunicación la cercanía entre las personas ha disminuido.
No solo miramos al desconocido con cierto recelo y muchas veces menos aun queremos que estén muy cerca o que nos toquen.