Trabajando con la Sombra: La Ley del Espejo
Aquí vamos al trapo, a la verdad incómoda, esta sombra que tenemos escondida en algún cajón en el sótano, estas cosas que no queremos mirar – por miedo a no ser deseables y buenos a los ojos de los demás y por tanto no merecer su amor – y que acabarán por convertirse en un temible monstruo.
Un monstruo hábil que nos acechará una y otra vez. Hasta que tengamos la integridad suficiente para mirarle a los ojos. Lo que podemos descubrir es una verdad incómoda, por ello la teníamos bajo llave.
Pero abrazar la verdad incómoda es liberador. El monstruo temible no solo deja de ser una amenaza, sino se convierte en tu fiel aliado.