Los 7 errores más frecuentes siendo empático-Descubre cuales son
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Ponerse en el lugar del otro es una gran virtud y facilita mucho la comprensión del otro, ¿acaso se puede hacer algo mal siendo empático? ¡Pues si! Descubre los 7 errores más frecuentes siendo empático.
Al esforzarnos a ser más empáticos con las personas que nos rodean, podemos caer en varias trampas, creyendo que es ser empático cuando en realidad no lo es. A continuación veremos los 7 errores más frecuentes siendo empático.
Los 7 errores más frecuentes siendo empático
Error 1 – Empatía significa hacer lo que el otro quiere
Error 2 – Usar la empatía como reproche en vez de actuar de forma empática
Error 3 – La empatía es para los débiles
Error 4 – La empatía no se puede aprender, se nace con ella
Error 5 – Creer que somos demasiado empáticos
Error 6 – No tener empatía para nosostr@s mism@s
Error 7 – Empatía ponerse en la piel del otro
Error 1 – Empatía significa hacer lo que el otro quiere
Cuando alguien hace algo que no está muy en la línea de los intereses del otro, puede parecer “poco empático” y podemos escuchar este reproche que tiene como intención ajustar nuestras forma de actuar más a los deseos del otro.
Quizás nos acusan de no tener comprensión de las necesidades del otro o de ignorarlo y solo podemos apaciguarlo si nos sometemos a los deseos del otro. La única forma de evitar este error de empatía es darse cuenta que el otro intenta manipularnos. Por supuesto podemos considerar los deseos del otro, pero al final siempre tenemos que ser fieles a nosotr@s mism@s.
Error 2 – Usar la empatía como reproche en vez de actuar de forma empática
Otra trampa similar es la siguiente: Puede que seamos muy empátic@s. Pero no nos damos cuenta que el otro es diferente. Puede que su empatía sea tan baja que aún no sea capaz de interpretar ciertas señales del entorno. Además puede haber personas que prefieran confrontar en vez de cooperar.
Para evitar este error, tenemos que aceptar las diferencias del otro. No servirá de mucho exigir que sea un poco más empático.
Podemos usar nuestra propia empatía y comunicar con el otro según sus propias necesidades. Si por ejemplo, con una persona que confronta quizás sea necesario confrontar una discusión abierta y nombrar las cosas con su nombre en vez de hacer sutiles indicaciones.
Error 3 – La empatía es para los débiles
Solemos asociar la empatía con compresión, calidez o benevolencia y formas de ser que pueden ser interpretados como un signo de debilidad en vez de una habilidad.
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Pero la empatía no solo ocupa un lugar central a la hora de consolar a alguien y para la resolución de conflictos. También es muy importante a la hora de negociar, vender o en el liderazgo de empresas.
Empatía significa que comprendemos cómo se siente el otro, qué deseo, necesidades o aversiones tiene. Con este conocimiento podemos sincronizarnos mejor con el otro.
Con la empatía podemos llegar a una comprensión profunda y podemos responder ante estados anímicos o necesidades de los que de otro modo no estaríamos conscientes.
De esta manera podemos evitar conflictos innecesarios y podemos llegar más fácilmente al otro.
De manera que ser empático no significa necesariamente ceder sino simplemente que sabemos un poco más sobre el otro.
Error 4 – La empatía no se puede aprender, se nace con ella
La empatía es algo que caracteriza al ser humano en evolución, aunque cada uno tengamos diferentes condiciones previas.
No obstante, independientemente de esta condición podemos incrementar nuestra empatía. Quizás no lleguemos a un nivel de Madre Teresa, pero sí podemos alcanzar una empatía notable para nuestro estar del día al día.
Error 5 – Creer que somos demasiado empáticos
A este error sucumben sobre todo personas con una empatía muy alta. Muchas veces nos dejamos influenciar por las emociones del otro y acabamos en un estado emocional similar (muchas veces negativo) a de la persona a la que queríamos ayudar.
Personas con una empatía tan “a flor de piel” muchas veces desean ser menos empáticos.
Aquí es importante diferenciar que el problema no es la empatía, sino la poca competencia en relación a esta alta empatía: Tenemos que aprender a diferenciar qué emociones son del otro y cuál es nuestro estado emocional y permanecer en él.
No somos responsables de las emociones de los demás, pero sí de las nuestras.
Podemos percibir el estado emocional del otro, pero no podemos cambiar nuestra actitud en función de ello.
Error 6 – No tener empatía para nosostr@s mism@s
Al contrario, si tenemos poca empatía con nosotros mismos, puede que nos cueste sentir lo que de verdad queremos o por qué nos sentimos bien o mal. Puede que incluso nos cueste percibir los propios sentimientos y nombrarlos.
Puede haber muchas razones por ello. Quizás percibimos las emociones como algo negativo. O somos personas muy realistas y orientadas hacia los hechos. También puede ser que nos hemos orientado demasiado hacía otros y no damos a nuestras emociones el espacio que les pertenece.
Este punto nos lleva a la introspección. ¿Qué es realmente importante para mí? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué comportamientos no estoy dispuest@ a tolerar? Al conocerme mejor a mi mism@, aumento mi propia competencia.
Error 7 – Empatía ponerse en la piel del otro
Pero..¿cómo? Si, empatía no es ponerse en la piel del otro.
Porque cada uno somos muy diferentes. Y reaccionamos diferentes ante la misma situación.
Imagínate que vas a hacer puenting.
Una persona aventurera se excitaría con esta idea mientras que una persona más miedosa probablemente le daría medio ataque de pánico nada más pensarlo.
De manera que no me sirve pensar “¿Cómo me sentiría yo en tu lugar?”, porque probablemente me sentiría muy diferente a cómo te sientes tú.
De esta forma, este error nos invita a reflexionar sobre el punto de vista de otro, cómo piensa y siente él/ella.
¿Quieres evaluar tu empatía? Puedes hacer el Test de empatía en el área de descargas.