La Atención Plena
Por qué la atención plena es tan importante si queremos tener nuestra vida en nuestras manos.
“Nuestro verdadero hogar es el Ahora. Cuando de verdad vivimos en el Ahora, desaparecen nuestras preocupaciones y problemas y descubrimos la vida con todas sus maravillas.”
– Thich Nhat Hanh –
Lo hemos experimentado todos. Por la mañana me propongo algo. Por la noche me doy cuenta que en absoluto he llevado mi propósito a la práctica. Aplazado. Olvidado. Una sensación frustrante.
En un día así solemos “estar de paso” por nuestra propia vida, inconscientes y con el autopiloto puesto. La rutina ya está programada, de hecho, todo el día ya está programado. Programado por nuestros programas automatizados.
¿Cuántas cosas a lo largo del día estamos haciendo de forma automatizada? Claro que en un marco tan estrecho queda poco espacio para la auto-determinación.
Para poder vivir con autodeterminación debo tener libertad de elección. Pero si re-acciono todo el día de forma automática, no se puede presentar una situación en la que pueda tomar una decisión / elección de forma consciente.
Parece que nos falta la atención plena en nosotros mismos.
El término inglés (Mindfulness) se ha puesto muy de moda, pero ¿qué significa atención plena?
Vivir con atención plena es percibir y vivir conscientemente mis propios pensamientos, sentimientos y actos.
Esto es lo que nos hace falta para lleva a cabo nuestros propósitos diarios.
De manera que tenemos que encontrar una manera de mantener el contacto con nosotros mismos, percibir lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos.
Cuanto más cerca estamos de nosotros y nos percibimos conscientemente, más podemos tomar decisiones y erradicar programas automatizados que no nos benefician o nos hacen daño.
Un buen ejercicio para practicar la atención plena es un “registro” de los propios sentimientos, pensamientos y actos.
Luego te pones una alarma para recordar apuntar de forma regular lo que estás haciendo, pensando y sintiendo en este momento.
Puedes empezar a rellenar tu protocolo de atención plena cada 4 horas.
Luego puedes ir incrementando paulatinamente la frecuencia hasta que al final apuntas rápidamente cada hora “dónde estás ubicado”.
De esta manera, podrás mejorar paso a paso tu atención plena.
Es importante que realmente hagas este ejercicio por escrito y no solo en la mente.
Puedes probarlo durante un día. Quizás te sorprenda lo cercano te puedes sentir a ti mism@ cuando te haces caso a ti mismo sistemáticamente.