7 errores frecuentes en la creación y selección de afirmaciones
7 errores frecuentes en la creación y selección de afirmaciones

7 errores frecuentes en la creación y selección de afirmaciones

 

Afirmaciones

La afirmación es una de las más poderosas técnicas mentales que existen. Pero a veces no funcionan. Renunciar demasiado pronto no es el único problema. De manera que seguir es un consejo útil pero insuficiente ya que puede haber algún error en la formulación de la afirmación.

En el artículo Las afirmaciones – una herramienta poderosa para cambiar hábitos de pensar hemos visto qué es una afirmación y cómo crearla y ahora veremos los errores más comunes en la creación y selección de afirmaciones.

7 errores frecuentes en la creación y selección de afirmaciones

• Asumir afirmaciones de otros
• La afirmación no está formulada en el presente
• Negación en vez de afirmación
• No creemos en la factibilidad de la afirmación
• No son afirmaciones atractivas
• No revisamos las afirmaciones
• Desistimos demasiado pronto

Seguidamente veremos si una afirmación funciona y qué podemos cambiar para incrementar la eficacia de nuestras afirmaciones. De esta manera podemos formular nuestras afirmaciones individuales de forma positiva y eficiente.

 

1-Asumir afirmaciones de otros

Las afirmaciones son muy individuales. De manera que los consejos aquí son más bien directrices. El cómo funciona una afirmación depende mucho de nuestras creencias, experiencias y asociaciones personales.

Por ejemplo la frase “Soy libre” significa algo diferente para cada uno. Para uno puede ser más dinero, para el otro más tiempo libre o para un tercero, vivir sin compromisos.

De manera que para sacar el máximo provecho, vamos a formular nuestras afirmaciones nosostr@s mism@s. Cultivamos la escucha para sentir lo que nuestras afirmaciones producen en nosotros. En cuanto la hayamos elaborado con la mente, observaremos si esta afirmación nos produce una sensación buena.

Todas las afirmaciones que encuentras en el área de descargas, son una ayuda e inspiración desde la cual puedes formular tu propia afirmación.

 

2-La afirmación no está formulada en el presente

Para recordar ¿cómo funciona una afirmación? Nos creamos conscientemente una realidad alternativa de forma regular e intensa, para que el inconsciente reconozca este nuevo objetivo y se va adaptando día tras día. Esto solo funciona porque el inconsciente no diferencia entre “realidad” y “ficción vivida” de forma intensa, ni diferencia pasado y futuro. Solo vive en el aquí y ahora.

Si por ejemplo a menudo repasamos momentos dolorosos de nuestra vida, nuestro inconsciente cree que esta crisis también es importante para nosotros ahora – y la vuelve a producir.

De la misma manera, no podemos proyectar una afirmación hacia el futuro, como por ejemplo “Mañana dejo de fumar”. “Mañana” es un marco temporal “en movimiento” que nunca se alcanza porque el inconsciente lo traduce como “hoy seguro que no”. Y como hemos visto, solo podemos cambiar algo aquí y ahora.

Por ello no usaremos “mejoraré” sino una afirmación indirecta “cada día mejoro”. Así transmitimos al inconsciente un proceso que comienza ahora y se fortalece con cada día.

 

3-Negación en vez de afirmación

Muchas veces nuestras mente formula una situación de manera negativa: “Soy un desastre…”, “He vuelto a decir / hacer esto…”, “Así nunca lo consigo…”.

Uno de los errores es que acabamos afirmando lo que no queremos. Ejemplo: Una separación dolorosa. Afirmación errónea: “No quiero volver a pensar en X.”

Tenemos que plantearnos una pregunta más profunda. ¿Qué quiero conseguir? En el ejemplo, ¿cómo quiero cambiar mi vida? Si me ha afectado emocionalmente la separación puedo afirmar “Vivo en armonía conmigo mism@ y mis necesidades”. Si quiero volver a sentirme más sociable puedo afirmar “Me abro a conocer a nuevas personas interesantes”.

Sea cual sea la afirmación que elegimos, observamos la sensación que nos produce.

4-No creemos en la factibilidad de la afirmación

Si sentimos algo negativo en una afirmación atractiva, puede ser que no creemos poder llevarla a la práctica. Si tenemos pensamientos al estilo “¿De qué intentas autoconvencerte?” o “Nunca lo consigues”, tenemos que cambiar las afirmaciones, si no, puede ser que creamos una afirmación negativa.

Una forma de cambiarla sería usar una afirmación indirecta. Ejemplo: La afirmación “Soy atractiva” no me convence; en vez de ello puedo usar la afirmación indirecta que indica un proceso: “Soy cada vez más atractiva”.

5-No son afirmaciones atractivas

Puede que inconscientemente añadimos un aspecto negativo a la afirmación. “Lo daría todo por conseguir X”, puede ser demasiado. “Cada vez estoy más delgada”, puede llegar a un estado no muy sano, igual que “haré lo que haga falta por mi familia”.

¿Cuál es mi motivación ulterior? Si consigo mi objetivo con mi afirmación ¿qué haré después?

Si me pregunto “¿cómo sería si mi afirmación si ya sería realidad?” y no me puedo responder “entonces sería perfecto”, entonces tendré que revisar mi motivación ulterior y su correspondiente afirmación.

Podemos soñar a lo grande. Podemos ser libres y sin compromisos en nuestros sueños, esto es lo que les dará esta energía para convertirlos en realidad. Es nuestra vida. Nadie nos puede dictar nuestros límites. Y tampoco deberíamos hacerlos nosotros a la hora de crear nuestras afirmaciones.

Para que nuestras afirmaciones sean atractivas, soñemos con un mundo maravilloso. Todo es posible. Escribamos nuestras afirmaciones no de forma realista sino de forma maravillosa. La afirmación de ser una corta y concisa descripción de mi mundo ideal. La leemos en voz alta. ¿Cómo sienta? ¿Bien?

Si aún no podemos aprobar plenamente la afirmación quizás sea demasiado “formal” y no contiene la emocionalidad que da a la afirmación su pleno poder y fuerza.

6-No revisamos las afirmaciones

Hay algunas situaciones en las que conviene revisar las afirmaciones. Muchas veces surgen de un objetivo alcanzado o incluso antes, mientras que trabajamos con una afirmación, nace otra que la complementa. También puede cambiar el objetivo; entonces también tendremos que cambiar la afirmación.

Si la afirmación es errónea y crea un efecto negativo hay que pausar y revisarla o cuando la afirmación se convierte en trabajo y rutina. Es aconsejable parar como muy tarde a los 3 meses y revisar las afirmaciones.

En esta revisión pueden ser útiles las siguientes preguntas:

• Qué afirmaciones ya he interiorizado tanto, que ya la percibo como realidad que no requiere más mi atención?
• Hay objetivos nuevos que aun un incluyo en mis afirmaciones?
• Hay alguna afirmación que se ajusta mejor a mis objetivos?
• Hay una afirmación que genera una mayor respuesta emocional en mí?
• Estoy usando alguna negación?
• Estoy usando el presente?
• Estoy convencid@ de poder convertir en realidad esta afirmación?

7-Desistimos demasiado pronto

Si usamos una afirmación durante un tiempo sin haber conseguido nuestro objetivo, conviene “escucharnos” y comprobar su efecto sobre nosostr@s. Si aún sienta bien y estamos convencidos de poder convertirlo en realidad, seguimos con alegría, sabiendo que es solo cuestión de tiempo hasta que se haga realidad.

Sabemos que nuestras creencias se han ido creando y fortaleciendo a lo largo de nuestra vida. Es imposible cambiar esto en unos pocos días. Especialmente si tenemos sueños que ahora vistos de manera objetiva son poco “realistas”, necesitaremos perseverancia.

Ahora tenemos en nuestras manos todas las herramientas para usar las afirmaciones de manera efectiva. Para comenzar no deberíamos sobrepasar de 7 a 10 afirmaciones y podemos usar 1 o 2 afirmaciones que afirman la eficacia y continuidad de las mismas.

Ejemplos:
• Hago todo los días mis afirmaciones
• Con alegría enfoco mis pensamientos todos los días hacia un futuro feliz y exitoso
• Confío en hacer todo correcto en mi entrenamiento de afirmaciones
• Mis afirmaciones me ayudan a conseguir mis metas

El mejor momento para practicar las afirmaciones es antes de dormir y después de despertarse ya que en estos instantes la conexión entre consciente e inconsciente es más fuerte. Podemos hacerlos más a menudo durante el día pero sí se recomienda hacerlo antes de dormir. Y mejor en voz alta.

Más consejos encuentras en el primer artículo Las afirmaciones – una herramienta poderosa para cambiar hábitos de pensar.

Ejemplos de afirmaciones puedes encontrar en el área de descargas.

¿Te ha quedado alguna duda?

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¡Un abrazo!

Kerstin Godchild

Psicóloga Transpersonal

 

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