Descubre estos 5 consejos prácticos para ser más empático
Descubre estos 5 consejos prácticos para ser más empático

Descubre estos 5 consejos prácticos para ser más empático

consejos para ser más empático No nos resulta a todos igual de fácil, identificarse con el otro. Algunas personas son más empáticas que otras. Pero afortunadamente hay algunas técnicas con las que podemos aprender a ser más empatic@s. Descubre 5 consejos prácticos para ser más empático.
 

Pero, ¿qué es la empatía?
Es la habilidad de percibir al otro y ponerse en su lugar.¿Quieres evaluar tu empatía? Puedes hacer el Test de empatía en el área de descargas.

5 consejos prácticos para ser más empático

Hay formas de cultivar y fortalecer la empatía. Para ello, es imprescindible abrirse al otro e involucrarse con él. Requiere nuestra voluntad y perseverancia para los aspectos prácticos que veremos más adelante.

Al abrirnos a las emociones del otro, inevitablemente nos abrimos también a las nuestras, de manera que es muy útil si también trabajamos con ellas.
Nos toca averiguar cómo reaccionamos, qué valores son importantes para nosotros, qué nos saca de quicio y qué valores personales nos atribuimos.
Si estamos dispuestos a aprender, podemos trabajar con las siguientes herramientas.

1- Escucha Activa

Saber escuchar es una de las bases de la empatía. Teniendo en cuenta el flujo constante actual (FB, móvil, whatsapp etc.) no extraña que la mayoría de nosotros estamos muy distraídos, como para concentrarnos durante un tiempo prolongado en una sola cosa.

Como he dicho en otro lugar, esta sociedad premia el “multitasking”, pero esto precisamente nos aleja cada vez más de nosotros mismos. Y del otro.

De manera, cuando escuchamos – escuchamos!

Escuchar y recibir lo que el otro está exponiendo. Escuchar sin tener mentalmente ya presente el siguiente punto de argumentación o justificación.

Escuchar sin creer que ya de todas formas sabemos lo que el otro va a decir. Escuchar sin mirar al móvil, reloj. Escuchar sin sucumbir a la impaciencia.

Tanto para nosotros como para el otro es importante que nos involucremos en la conversación. El otro se dará cuenta rápidamente si estamos mentalmente ausentes o pendientes de mirar un nuevo mensaje en el whatsapp. No estamos respetando a nuestro interlocutor. Él se dará cuenta que no recibe nuestra plena atención. El resultado será que no se abrirá plenamente y el tema se quedará en la superficie.

La conversación se habrá quedado en un nivel superficial, tu interlocutor se siente decepcionado creyendo que no te interesa y tú tienes la sensación poco satisfactoria de haber perdido tu tiempo.

Si conseguimos interesarnos de verdad por el otro, podremos descubrir muchas facetas nuevas, tanto del otro como de nosotr@s mism@s. De manera, deja que tu interlocutor cuente. Escucha.

2- Interesarse por el otro

¿Qué tipo de señal la transmitimos al otro? ¿Interés, simpatía? ¿Tenemos una postura corporal abierta hacía nuestro interlocutor? ¿O emitimos señales de rechazo, menosprecio o desinterés?

Vamos a practicar transmitirle al otro la sensación de estar bienvenid@. Lo combinamos con gestos y mirando a la persona a los ojos.

Una técnica de la escucha activa es animarle al otro a seguir contando, con sonido afirmativos como “mmm”, “aaa” o “si”, “de verdad” y mostrarle de esta manera que le estamos escuchando.

Podemos resumir las afirmaciones más importantes de otro. Este lo demuestra que no solo le hemos escuchado sino también hemos asimilado de lo que se trata.

No se trata aquí de darle la razón al otro en contra de las propias convicciones. Un resumen es más bien neutral.

Una forma de resumen sería por ejemplo “Si te he entendido bien, para ti es importante que…”

Estos resúmenes tienen varios beneficios. Por un lado le transmitimos al otro la sensación de estar escuchando atentamente y con interés. Con lo cual facilitará la disposición para comentar con nosostr@s otros aspectos más íntimos.

Por el otro lado comprobamos con ello que realmente hemos entendido bien lo que el otro ha dicho y evitamos malos entendidos.

3- Observar

Con la escucha activa ya hemos ganado mucho. Ahora vamos a incrementar nuestra percepción observando al otro. ¿Tiene tensión en el cuerpo? ¿Está sentado o de pie de forma erguida? ¿Parece estar relajado? ¿Parece vivaz, cansado? ¿Nos mira a los ojos o esquiva la mirada? ¿Cómo habla? ¿Alto, fuerte, inseguro, con prisas?

La observación del otro nos puede dar mucha información sobre su estado emocional actual. Podemos ver si estas señales no-verbales coinciden con lo que nos cuenta.

4- Percepción emocional

Detrás de las palabras también hay emociones. A veces existe otra realidad emocional en el otro que sus palabras describen.
Puede ser que detrás de una información relativamente neutral haya rabia, miedos, decepción, una aflicción o una alegría.

5- Expresar la percepción

Mientras que los puntos anteriores más bien transmiten al otro interés, este punto es más delicado porque aquí le expresamos al otro nuestra precepción.

Puede que al otro no le agrade o le sienta mal. No a todo el mundo le gusta hablar de sus motivaciones o sus emociones.

De manera que tendremos que practicar de forma cuidadosa a “reflejar el otro”. Podemos comenzar con una persona cercana. Se utiliza frase como “Me da la impresión de… ¿esto sería correcto? ¿Cómo es para ti..? ¿Si me imagino lo que me comentas, me siento así, cómo es para ti..?

Es una percepción, de manera que tenemos que estar atentos que no conlleve una petición, una exigencia o un reproche.

Te recomiendo la lectura de la siguiente entrada donde veremos con más detalle los 7 errores más frecuentes siendo empático. Si, ¡los hay! 😉

Échale también un vistazo al Test de empatía en el área de descargas, puede serte útil para darte una idea e introspeccionar un poco más los propios comportamientos.

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